A raíz de una serie de encuestas a organizaciones del sector del transporte (empresas de transporte, cargadores, operadores logísticos y distribuidores) llevadas a cabo por el Cel y Fieldeas, se ha elaborado el estudio "Grado de implantación del eCMR en España, Retos y beneficios de la digitalización documental en el transporte de mercancías".


En este informe se dan a conocer los pros y contras o ventajas e inconvenientes, que actualmente revelan las empresas del sector de cara a su próxima implantación generalizada a nivel nacional y europeo.


¿Qué frena la implantación del eCMR?

Según el estudio recientemente publicado, las empresas indican que el eCMR podría solucionar problemas que actualmente se dan con el CMR tradicional como, por ejemplo, mejorar la gestión de flujos en los centros logísticos, fortalecer las relaciones con los clientes o mejorar la trazabilidad y seguimiento de las cargas.


A pesar de ello, la mayoría de las empresas prefieren esperar a que sea obligatorio implantar el eCMR.


Los factores que las empresas señalan como barreras a la hora de optar por utilizar el eCMR, lo hayan probado o no, son, esencialmente: la reticencia al cambio, la incertidumbre regulatoria, la falta de información clara sobre el eCMR, el desafío que supone su integración en la empresa y el coste que pueda tener.


Por todo ello, la tendencia es esperar hasta el último momento, es decir, implantar el eCMR cuando se haya demostrado que los sistemas son interoperables, cuando lo exija el cargador o cuando sea obligatorio por ley.

 

Beneficios del eCMR

En el lado contrario, es decir, las bondades o ventajas que presenta el eCMR, las empresas encuestadas indican que su aplicación permite: cumplir con objetivos de sostenibilidad, mejorar las relaciones con los clientes (mayor agilidad), ser más competitivo en el mercado, reducir costes administrativos y de custodia y almacenamiento de la documentación, reducir errores asociados a la gestión documental, mejorar los flujos de gestión de los centros logísticos, así como la trazabilidad y seguimiento de las cargas.


Por esta razón, las empresas ponen de manifiesto que sería necesario divulgar el eCMR e informar a todas las partes que interactúan en el transporte por carretera sobre sus beneficios y la manera de implantarlo, además de fijar una formación. Ello debería ir acompañado por una mayor implicación de la Administración, tanto a nivel nacional como europeo, poniendo el foco de atención en cómo se regula la responsabilidad en la emisión y tramitación del documento electrónico de transporte.


Desconocimiento sobre cómo implementar el eCMR y su coste

A la falta de información general sobre el eCMR se suma el desconocimiento sobre qué cuesta, qué soluciones existen y cómo se pueden implementar.

Está claro que la empresa va a necesitar que un proveedor tecnológico la acompañe en todo el proceso de transformación digital, pero las pymes, por falta de información, quizás no saben a quién acudir.


Además, la necesidad de tener un nivel de soporte técnico adecuado para implementar la infraestructura tecnológica que requiere el eCMR conlleva que surja la eterna duda sobre su coste. Seguramente, para las grandes empresas de transporte su coste será asumible y obtendrán un retorno rápido de la inversión, pero para las pymes los plazos quizás sean más largos y su implantación represente un mayor esfuerzo inversor. A pesar de ello, los beneficios que aporta el eCMR hacen pensar que siempre va a ser rentable implementarlo.


¿Cuándo será obligatorio utilizar el eCMR?

El punto de partida de la regulación del eCMR es el Reglamento UE 2020/1056, sobre información electrónica relativa al transporte de mercancías, también denominado Reglamento eFTI.

Este Reglamento, que entró en vigor en el 21 de agosto de 2024, determina que el eCMR será obligatorio en los países de la Unión Europea, después de que los Estados miembros transpongan el Reglamento a su marco legislativo nacional.


La siguiente fecha importante es diciembre de 2026, cuando el Reglamento eFTI se aplique plenamente, y que obligará a las autoridades competentes a aceptar información sobre una operación de transporte en formato electrónico y, por lo tanto, a tener sus sistemas habilitados para recibir esa información. A lo largo de 2027 ya se tendrá que informar del número de comunicaciones electrónicas que se efectúen entre los agentes de control y las plataformas.


El momento para las compañías vinculadas a las operaciones de transporte (empresas transportistas, cargadores y operadores) llegará en 2029, año en que las autoridades europeas decidirán sobre si las obligan a emitir la documentación de transporte en formato electrónico.


En España, la Ley de Movilidad Sostenible, que probablemente quede aprobada antes de que finalice este año, determina que a partir de enero de 2026 será obligatorio utilizar el documento electrónico de control administrativo para el transporte de mercancías.


Pero, para ello, antes deberá desarrollarse la plataforma digital que permita el intercambio de los documentos entre los diferentes actores de la cadena de transporte.

Asimismo, se necesitarán grandes dosis o campañas de información o, incluso, de formación porque hay todavía un gran desconocimiento entre las empresas de transporte, especialmente medianas y pequeñas, sobre la normativa relativa a la digitalización documental en el transporte de mercancías por carretera y, además, pocas saben que va a ser obligatorio su uso.