Iván García Campoy
Presidente de la Asociación de Mudanzas de Catalunya
Director General de Mudanzas Diagonal
¿Cuáles son los principales objetivos de la Asociación de Mudanzas de Catalunya?
El principal objetivo de la Asociación de Mudanzas de Catalunya es defender los intereses de las empresas dedicadas a las mudanzas y, por ello, apoyamos aquellos puntos que pueden beneficiar a nuestro sector de actividad, sin olvidar que formamos parte de un sector de transporte de mercancías mucho más amplio.
Por otro lado, desde la entidad también damos soporte legal, informativo y de formación a todas las empresas asociadas, porque nuestro objetivo es profesionalizar y mejorar la imagen del transporte en general y de las mudanzas en particular.
Por esta razón, buscamos el beneficio de las empresas asociadas y nos ocupamos de defender todo lo relacionado con el transporte y traslado de mobiliario y de efectos personales usados, es decir, lo que viene siendo una mudanza. En este sentido, nos ocupamos de asuntos relacionados con el área DUM, los permisos para trabajar en las vías públicas, poder entrar y circular por la Zona de Bajas Emisiones, entre otros.
Nuestro máximo interés es que nuestro sector esté muy profesionalizado, motivo por el cual realizamos cursos de plataformas elevadoras, de embalaje de enseres o de manejo de carretillas.
¿Cuántas empresas forma parte de la Asociación y qué peso económico tienen?
Actualmente la Asociación de Mudanzas de Catalunya está integrada por 22 empresas, la mayoría de las cuales tienen sede en Barcelona.
Respecto al importe de su peso económico, es difícil de determinar, pero estaríamos hablando de una facturación en torno a los 18 millones de euros en Catalunya.
¿Qué problemas o inconvenientes sufren las empresas de mudanzas en lo que respecta al transporte por carretera a nivel local, regional, nacional e internacional?
En términos generales, podemos decir que nos encontramos con los mismos problemas que las empresas de transporte de mercancías por carretera: incrementos continuos del precio del gasóleo, falta de conductores profesionales, la documentación que debe renovarse constantemente para poder circular con los camiones en Europa, el paso por las aduanas cuando el transporte es a Reino Unido, Suiza o Andorra, la falta de estacionamientos seguros y vigilados cuando el transportista está en ruta, etc.
Pero, en el sector de las mudanzas sufrimos otros problemas específicos.
Por ejemplo, los camiones de gran tonelaje no pueden entrar habitualmente en el centro de las ciudades o de las poblaciones en las que tenemos que realizar la mudanza. Cuando esto ocurre, estamos obligados a hacer el servicio con camiones más pequeños, lo cual nos genera realizar más viajes o bien utilizar dos vehículos de menor capacidad que deben aparcarse exclusivamente en las zonas habilitadas para estacionar. Evidentemente, es mucho más complejo y costoso aparcar dos camiones pequeños en vez de uno grande.
Por otro lado, cuando la mudanza se lleva a cabo en otras poblaciones o ciudades de España o de Europa, nos volvemos a encontrar con el problema de que los camiones de grandes dimensiones no pueden acceder a estos núcleos urbanos. Motivo por el cual, nos vemos obligados a contratar a una empresa local y realizar el trasvase del mobiliario y enseres a un camión más pequeño para poderlos entregar en el domicilio. Sin duda, esto incrementa el coste final del servicio
Las normativas y regulaciones municipales en las ciudades, ¿cómo afectan a las empresas que se dedican a las mudanzas?
Uno de los principales problemas que sufrimos las empresas de mudanzas está relacionado con la Distribución Urbana de Mercancías (DUM). Concretamente, en las zonas de carga y descarga del área DUM sólo se nos concede media hora para poder cargar o descargar todo el mobiliario y las cajas de enseres que trasladamos.
Por esta razón, estamos obligados a pedir una Autorización al Ayuntamiento de Barcelona, o al de la población en la que realizamos el servicio de mudanza, para poder trabajar en la vía pública durante el resto de las horas que necesitamos estacionar y cargar el camión.
Generalmente, la Administración tarda muchos días en otorgar esta autorización y, además, siempre va ligada a la liquidación de las tasas correspondientes. El coste puede variar entre 40 euros y 500 euros, en función de la calle en la que hay que estacionar, el espacio que se ocupará con el camión y la plataforma elevadora de muebles –en caso de que se utilice–, y el número de horas. La autorización y el pago de las tasas son obligatorias y, año tras año, su coste se incrementa.
Para las empresas de mudanzas no es fácil explicar esta situación a los clientes y, además, nos vemos obligadas a repercutirles estos importes que pagamos directamente al Ayuntamiento correspondiente.
Y en la ciudad de Barcelona, ¿qué otros problemas existen?
En el caso concreto de la ciudad de Barcelona, cada vez disponemos de menos sitios en los que podemos estacionar los vehículos de mudanzas y posicionar las plataformas elevadoras.
En nuestro sector de actividad, la mayoría de las veces, cargamos y descargamos mobiliario y enseres de domicilios completos; son muchas cajas, muebles, electrodomésticos y otros materiales que hay que sacar del domicilio, bajar a la calle y llevarlo caminando hasta el camión. Cuanto más lejos está estacionado el vehículo, más personal necesitamos, más complicado se nos hace el trabajo y más se encarece el precio final.
Incluso, hay vías en las que no se permite trabajar en la calle ni estacionar los vehículos durante los días laborales, lo cual nos obliga a realizar el trabajo de mudanza en sábados, festivos o fuera del horario de la jornada laboral.
¿Qué otras dificultades sufren en el sector de las mudanzas?
En el sector de las mudanzas, otro de los problemas que sufrimos es el de la competencia desleal, que cada vez es más feroz.
Las empresas o personas que trabajan fuera de las pautas y normas del mercado no tienen los mismos costes fijos ni la estructura legal que sí tenemos las empresas de mudanzas reguladas, las cuales cumplimos con muchos requerimientos como tener al personal asegurado, disponer de la licencia de transporte de mercancías, contar con las tarjetas de transporte de cada vehículo en regla, disponer de seguros de transporte y de responsabilidad civil, cumplir con el convenio obligatorias, etc.
Sabemos que los ilegales ofrecen servicios a mitad de precio, pero sin ningún tipo de garantía. Al final es responsabilidad de todos, también por parte de los clientes, no alimentar a este tipo de economía sumergida.
Es indispensable informar al cliente y, además, es muy importante destacar que en el caso de que no se solicite al ayuntamiento pertinente la autorización para realizar una mudanza, la policía puede multar a la empresa y, también, le obligará a abandonar la vía pública, no pudiendo terminar el servicio.
Las empresas que actúan en competencia desleal, generalmente, se arriesgan a realizar mudanzas sin autorizaciones y es habitual que no informen al cliente, de las consecuencias que pueden producirse. Está claro que el cliente se ahorra las tasas y paga un precio inferior por la mudanza, pero los riesgos que asume son mucho mayores y perjudiciales. Con la competencia desleal no podemos negociar ni competir.
Finalmente, creo que es importante comunicar a los posibles clientes que, en caso de contratar a una empresa de mudanzas en la que el personal no está asegurado, si se produjera un accidente grave dentro del domicilio del cliente o en la finca donde se está trabajando, el responsable sería tanto la empresa contratada, como el propio cliente. Este es un asunto muy importante, pero bastante desconocido, motivo por el cual desde la Asociación de Mudanzas de Catalunya queremos hacer hincapié.